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Una boda está llena de grandes momentos, pero también de pequeños detalles. Son, precisamente, los pequeños detalles, los que hacen de este acontecimiento un momento especial, y son muchas las parejas que quieren que sus invitados compartan cada uno de ellos.
En esta ocasión, os mostramos algunos de los complementos que hemos realizado para una ceremonia civil. Ahora muchas bodas se celebran íntegramente en el mismo recinto, ya que hay tanto hoteles como fincas o complejos que ofrecen este servicio. Por ello, las bodas civiles son más elaboradas que las que se hacen en el Ayuntamiento o en el Juzgado.
Así, nuestra pareja elaboró un guión o programa de lo que iba a ser la celebración civil de su unión. Escogieron una serie de canciones y melodías que iban indicando cada momento: la entrada del novio, la entrada de la novia, la lectura de los artículos del código civil por parte de la autoridad competente, diferentes lecturas que realizarían algunos de sus allegados y finalmente, unos votos matrimoniales que leerían ellos mismos.
Para ello, escogieron una cartulina con efecto pergamino, en color
claro. En ella imprimimos tanto el programa, como las tarjetas con los
votos y unas cuantas hojas para que firmasen sus invitados. En las esquinas usamos un troquelador para darles un aspecto más decorativo.
Además, también elaboramos unos portafotos en cartulina negra mate de alto gramaje, similares a su invitación de boda. Ésta pertenecía a la colección de catálogo "Seda". De formato cuadrado, constaba de un exterior en cartulina negra mate con un diseño de hojas y curvas en negro brillante. Como cierre, una banda en papel en tono gris plata metalizado con sus nombres y la fecha impresos en tinta plata (la fotografía muestra la invitación tal y como aparecía en el catálogo).
Basándonos en el diseño de la tarjeta y a la medida que nos pidieron, preparamos una carpeta para contener dos fotografías que serían reveladas durante el transcurso de la boda: en la parte izquierda, una solapa estampada en plata con sus nombres y la fecha daría cabida a una de las fotos; a la derecha, un marco troquelado de forma rectangular, haría lo propio con otra de las fotografías.
En la portada exterior, unos motivos de curvas y hojas similares a los de la invitación en negro brillante, para contrastar con el aspecto mate de la cartulina empleada. Esos mismos motivos también los imprimimos en el resto de complementos, como habéis visto anteriormente. Además, para los nombres usamos la misma tipografía que se usó en la invitación de boda.
Este portafotos era una manera de agradecer a sus invitados su compañía durante la celebración de una manera personal, ya que una de las fotografías sería la que cada asistente se haría con la pareja de novios. Sin duda, un detalle personalizado que además se convertirá en un bonito recuerdo.